sábado, 31 de marzo de 2012

8 - Ecce Homo


Representa a un Cristo vivo, un Ecce Homo. Es un Cristo fornido, musculoso, bien anatomizado. Tiene una musculatura llena con formas bien trabajadas. Presenta un leve contraposto y lleva un sudario muy breve.
El signo del Ecce Homo, es la soga al cuello. Se le ven ciertos ecos de Juan de Juni en la cabeza. Apreciamos un rostro de tristeza mezclada con dolor. Tiene tonos claros, formas que recuerdan a los maestros del XVI. Pelo como separado en mechones. La barba dividida en dos mazos, esto también se da en otros escultores. Presenta una boca entreabierta, con labios carnosos, muy destacable las manos, con dedos bien perfilados. Detalles que nos revelan que estamos en maestros de primera categoría.

Gregorio Fernández destaca en el siglo XVII, nace en Lugo en 1576 y muere en 1636.
En 1606 ya está en Valladolid. No se sabe como ha sido su juventud. A partir de 1606 consigue fama enseguida y supone más fama y dinero. Se casa con una dama reconocida de Valladolid.
Es un artista con una gran formación religiosa, con aptitud de trabajo enorme. Tiene un taller bastante grande y hace retablos en cantidad.
Hombre de extraordinaria capacidad para trabajar la madera, predilección por los temas de la Virgen, donde capta muy bien el dolor, el sufrimiento, parece que la madera es carne.
Realiza imágenes de Cristo, de algunos santos y pasos procesionales, aunque de estos últimos muy pocos han llegado original.

Cuando trata el tema de Cristo se ve desde dos perspectivas: el Cristo vivo y el Cristo muerto.
Vivo: De aspecto pletórico, cabezas que recuerdan a Juni, con el pelo formando mechones, marcas de dolor, representa al Ecce Homo, el Cristo atado a la columna.
Muerto: Crucificado, yacente. Es un Cristo seco, escuálido, se reflejan señales de la muerte. Policromía de tono mate, verdosa, para dar mayor sensación de muerte, ojos vueltos, frente y barbilla afilada, cara alargada...
En general en la zona de Castilla y hacia el Norte, suelen ser más interesados en marcar los signos del dolor o del sufrimiento, llagas, etc..., en el Sur se expresa menos, no tanta sangre.
En la forma de hacer la escultura se marca la primera etapa donde aparecen los ecos de Juni y de Pompeyo Leoni, donde hay un cambio. Se hacen telas rígidas, muy acartonadas, sentido naturalista de paño envolvente.
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1 comentario:

Maria dijo...

¡Echo en falta tus entradas! ¿Para cuándo la próxima???
Besos