martes, 21 de febrero de 2012

7 - La encantadora de serpientes


Óleo sobre lienzo de Henri Rousseau, el Aduanero. Mide 169 x 189'5 cm. Data de 1907. Se conserva en el Museo d'Orsay, París.
Rousseau es el que introduce el mundo Naif.
Se inspiraba en los relatos de la época y en la imaginación popular, conviertiéndolo en el pionero de una novedad exótica. Por aquella época, encantadoras de serpientes se exhibían en un circo de París. Le pudo influir también el relato de la madre del pintor Delaunay, que viajó a la India.
Est
a obra nos muestra una escena más de su creación de junglas. El exotismo no sólo está en la jungla, sino en la visión paisajística compleja de planos, con unos contornos definidos y un uso del color extraordinario. El artista se inspiraba en tarjetas postales, cromos o fotografías y a esto, unía su imaginación para transformar las pinturas en misterio, como un sueño lleno de fantasía.
La luz la representa mediante la iluminación tenue de la luna que se refleja en el agua y en la vegetación. Sin embargo, la figura de la mujer, de piel oscura, no recibe ninguna luz, es como una silueta en medio de la selva tropical. Mujer que hace bailar a las serpientes y también a las plantas (observemos como tienen movimiento sobretodo las del primer plano). Presenta colores planos y alegres.
Es como si la pintura se transforma en una jungla llena de poesía y ensueño, fantasía e irrealidad.
Es tanto el exotismo que presentan sus pinturas que se pensó que, el pintor pudiera haber viajado hasta esos lugares de naturaleza salvaje para conocer directamente la naturaleza. Sin embargo, nunca viajó fuera de Francia; y de guía le sirvió el Jardín Botánico de París.
Su peculiar manera de representar la realidad fue valorada por muchos artistas, entre ellos Kandinsky, Picasso y Braque.

El Arte Naif forma parte del Arte Contemporáneo, al mismo tiempo que el Fauvismo, Cubismo, Surrealismo y diversas formas del Arte No-figurativo.